El mercado mundial de cambios a plazo es un conglomerado de distintos mercados, que durante veinticuatro horas al día funciona en distintas plazas internacionales, donde se compran y venden las monedas de los países y regiones más importantes del mundo. El mercado no tiene una ubicación geográfica determinada, sino que consiste en un convenio descentralizado de bancos y corredores interconectados por teléfono y la red SWIFT (Society for Worldwide International Financial Telecommunications). Cada banco cotiza continuamente un precio de venta y un precio de compra por monedas a otros bancos. Este mercado resulta de gran utilidad para los empresarios, en especial importadores y exportadores, que prefieren conocer con relativa certeza el valor nominal de sus cuentas por cobrar y cuentas por pagar internacionales. Es igualmente importante a la hora de escoger entre una u otra moneda para solicitar préstamos y para invertir en activos financieros. En todos esos casos, reducir el riesgo asociado con las variaciones de los tipos de cambio es una tarea fundamental para la supervivencia de los negocios. Los mercados de cambios a plazo también son utilizados por especuladores, inversionistas especialmente privados, que se dedican a la búsqueda de ganancias que resultan de prevenir el comportamiento de los tipos de cambio mejor que los demás.
El precio de una moneda en el mercado de cambios a plazo, para cierto plazo (Fn), no puede ser menor que el precio esperado por los operadores más importantes de esa moneda en el mercado spot (Sn*) al vencimiento del plazo: si el precio a plazo cotizado en el mercado fuera menor que el esperado para cierto operador grande del mercado, dicho operador demandaría esa moneda hoy con la esperanza de venderla en el futuro al precio mayor que ese operador espera rija en el mercado en el futuro y así realizar una ganancia. Si Fn Sn* el operador demandaría hoy la moneda para venderla a plazo, impulsando las cotizaciones a plazo hacia arriba hasta igualar su expectativa para el tipo de cambio de esa moneda a ese plazo, tendiendo hacia la igualdad de Fn = Sn*. Por ejemplo, si el euro (€) se está comprando a $1,18 a un año plazo y los especuladores creen que estará a $1,30 a un año, comprarán euros hoy para venderlos a un año plazo, esperando ganar $0,12 por euro, impulsando el precio a plazo del euro desde $1,18 hasta igualarlo con su expectativa de $1,30.